La Pedriza de Manzanares es un fantástico canchal compuesto de riscos, rocas pulidas y formas caprichosas. Se trata de una zona de gran interés geológico, paisajístico y deportivo.

En el pasado esta zona pedregosa fue escondrijo para los bandoleros que poblaban la sierra. También conviven entre las rocas relatos y leyendas, como la historia de la Cueva de la Mora, que recibe este nombre porque cuenta la tradición que en esta gruta fue encerrada una joven mora para mantenerla alejada de un cristiano enamorado.